¡Alto al flujo!

La detención de los trenes de Ferromex en septiembre de 2023 marcó un cambio trascendental en la dinámica migratoria hacia la frontera norte de México. Desde el principio, advertí sobre la naturaleza coordinada de esta medida entre el gobierno federal y la empresa, una estrategia que claramente no se había tomado de manera unilateral. Los operativos de revisión migratoria se intensificaron con el paso del tiempo, y tras la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a México el 4 de octubre, quedó evidenciada una mayor colaboración en este ámbito.

En este contexto, es crucial reconocer la presión política que enfrenta el presidente Biden, especialmente de cara a las elecciones en noviembre de 2024. La crisis migratoria se ha convertido en un tema candente, especialmente en estados como Texas, donde las políticas migratorias son un factor clave para los votantes. Esta presión política sin duda ha contribuido a la urgencia de tomar medidas concretas y a la solicitud directa de "Alto al flujo" durante la llamada del 21 de diciembre entre Biden y AMLO.

Durante meses, la especulación sobre posibles acuerdos en materia migratoria estuvo siempre presente. Las declaraciones tanto del gobierno mexicano como de Blinken apuntaban a un hermetismo total, pero la realidad detrás de estas negociaciones era clara: se necesitaban acciones concretas para hacer frente a la creciente crisis en la frontera.

En enero de 2024, los resultados de estas acciones se hicieron evidentes. Los flujos migratorios se redujeron significativamente, y si bien la colaboración entre México y Estados Unidos fue fundamental, no se puede ignorar el papel crucial del gobierno de AMLO en la implementación de medidas "efectivas" para disuadir la llegada de migrantes a la frontera.

Estas medidas nos dejan muchas preguntas sobre la mesa y muy pocas respuestas por parte de las autoridades del INM, quienes junto con la Guardia Nacional se han encargado de instrumentar una cacería de personas migrantes en los trenes. No han reparado en asistir a quienes se encuentran en condiciones lamentables y mucho menos en respetar el derecho al debido proceso, a la protección complementaria o el bien superior de la niñez migrante. El objetivo a cumplir es que no lleguen y no han reparado en acciones para seguir ayudando al vecino del norte de cara a su reelección. Hasta este momento, todo parecía una mera conclusión precipitada (como me lo dijeron algunos funcionarios). Sin embargo, el 25 de marzo, durante una entrevista con 60 Minutes, presenciamos un momento histórico cuando el presidente AMLO admitió abiertamente que toda la estrategia para reducir los flujos de migrantes hacia Estados Unidos fue orquestada en respuesta a la solicitud de ayuda de Biden. Esta admisión marca un hito en la transparencia y la cooperación internacional en un tema tan delicado como la migración.

El panorama migratorio en México durante este período ha sido complejo y desafiante. Pero a través de la colaboración internacional, la implementación de medidas concretas y la vigilancia constante, es posible abordar estos desafíos de manera efectiva y encontrar soluciones sostenibles para todos los involucrados. La presión política en Estados Unidos ha sido un factor clave en la solicitud de ayuda de Biden a AMLO, destacando la importancia de la cooperación bilateral en la contención de flujos migratorios, pero no en la gestión de la crisis migratoria.

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