Cubs evitan la barrida y derrotan a Brewers
Los Cubs aún están abajo en la serie.
La historia se repitió, pero esta vez con mejores consecuencias. Michael Busch volvió a sacudir el madero desde el primer turno del juego y encendió una ofensiva tempranera que los lanzadores de los Cachorros supieron proteger, en una victoria 4-3 sobre los Cerveceros que mantiene con vida la temporada de Chicago en la Serie Divisional de la Liga Nacional.
Con la serie 2-0 en contra, los Cachorros necesitaban una chispa, y Busch la ofreció de inmediato. En cuenta máxima, el primera base conectó su tercer cuadrangular de la postemporada ante un cutter mal ubicado de Quinn Priester, abriendo la pizarra y marcando historia como el primer jugador en MLB en conectar dos jonrones abriendo juegos en una misma serie de playoffs.
El batazo no fue aislado. Fue la mecha de un racimo de cuatro carreras en la primera entrada que marcó la diferencia. Nico Hoerner siguió con un sencillo, Kyle Tucker recibió base por bolas, e Ian Happ hizo lo propio para llenar las almohadillas. Pete Crow-Armstrong no desaprovechó la oportunidad y conectó un imparable que remolcó dos carreras. Poco después, un wild pitch de Nick Mears permitió a Happ anotar la cuarta del episodio.
Esa ofensiva tempranera bastó para soportar la respuesta de Milwaukee. El abridor Jameson Taillon se repuso de un inicio complicado, en el que los Cerveceros anotaron una carrera tras un elevado perdido en el cuadro por Busch, y un sacrificio de Sal Frelick. Aun así, Taillon logró completar cuatro entradas con solo dos carreras permitidas, cediendo el resto del trabajo al bullpen.
Jake Bauers fue el gran peligro para Chicago. El bateador de Milwaukee impulsó una carrera con un sencillo en el cuarto inning, y luego conectó un jonrón solitario ante Andrew Kittredge en la séptima para recortar la diferencia a una sola carrera.
La tensión llegó al máximo en el octavo inning, cuando los Cerveceros llenaron las bases con dos outs. Sin margen de error, Brad Keller subió al montículo y dominó a Bauers con un ponche que desató la ovación del público en el Wrigley Field.
Con esta victoria, los Cachorros recortan la serie a 2-1 y se aferran a la esperanza. Solo 14 de los 34 equipos que perdieron los dos primeros juegos de una Serie Divisional con el actual formato lograron forzar un Juego 4. Apenas tres completaron la remontada. Chicago buscará sumarse a esa corta lista este jueves, nuevamente en casa, donde ostentan un sólido récord de 53-30 este año entre temporada regular y playoffs.
El Juego 4 será decisivo. Pero por ahora, gracias al bate de Busch y la resistencia del cuerpo de lanzadores, los Cachorros siguen vivos.
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