Rusia lanza mayor ataque aéreo de la guerra y golpea edificio de gobierno en Kiev; mueren 4, incluido un bebé
El ataque, ejecutado con drones y misiles, causó también daños en varias ciudades.
Rusia lanzó durante la noche su ataque aéreo más intenso desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022, alcanzando el principal edificio gubernamental en el centro de Kiev y dejando al menos cuatro muertos, entre ellos un bebé, informaron este domingo las autoridades ucranianas.
El presidente Volodimir Zelensky confirmó que el ataque, ejecutado con drones y misiles, causó también daños en varias ciudades, incluidas Zaporiyia, Krivói Rog y Odesa, así como en las regiones de Sumy y Chérnigov. "Tales matanzas ahora, cuando la diplomacia real podría haber comenzado hace tiempo, son un crimen deliberado y una prolongación de la guerra", expresó, reiterando su llamado a los aliados para reforzar las defensas aéreas ucranianas.
Testigos dijeron que, tras el amanecer, un espeso humo se elevaba desde los pisos superiores en llamas del edificio gubernamental en el histórico distrito de Pecherskyi. En otras zonas de Kiev, varios apartamentos residenciales resultaron dañados y decenas de vecinos salieron envueltos en mantas a las calles mientras los equipos de rescate combatían incendios y retiraban escombros.
De acuerdo con el Ministerio del Interior, más de 20 personas resultaron heridas en la capital. El jefe de la administración militar local, Timur Tkachenko, informó que entre las víctimas mortales se encontraba un bebé, cuyo cuerpo fue recuperado en el distrito de Darnytskyi tras el derrumbe parcial de un edificio de cuatro plantas.
La primera ministra ucraniana, Yulia Svyrydenko, subrayó que era la primera vez desde el inicio de la guerra que el edificio principal del gobierno en Kiev era alcanzado, calificando el hecho como un golpe simbólico a una de las áreas más protegidas de la ciudad.
Según la fuerza aérea ucraniana, Rusia lanzó 805 drones y 13 misiles durante la ofensiva nocturna, de los cuales 751 drones y cuatro misiles fueron derribados. El Ministerio de Defensa ruso declaró que los ataques estaban dirigidos contra instalaciones del complejo militar-industrial y de transporte en Ucrania, aunque ambas partes se acusan mutuamente de atacar a civiles.
El ataque ocurre en un momento de creciente pesimismo sobre una salida diplomática al conflicto. El presidente ruso, Vladimir Putin, se ha resistido a un alto al fuego, mientras fortalece lazos con China. Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, expresó su frustración con Moscú tras reunirse con Putin el mes pasado, aunque sigue sin aplicar sanciones más duras y ha dicho que trabaja en "garantías de seguridad" para Ucrania.
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