La economía de Estados Unidos se contrajo de abril a junio por segundo trimestre consecutivo, contrayéndose a un ritmo anual del 0.9% y lo que indica que la nación puede estar en una recesión.

El Departamento de Comercio informa la disminución del producto interno bruto, el indicador más amplio de la economía, seguido a una caída anual del 1.6% de enero a marzo. Los trimestres consecutivos de caída del PIB constituyen un indicador informal, aunque no definitivo, de una recesión.

Este miércoles la Reserva Federal elevó su tasa de interés de referencia en tres cuartos de punto por segunda vez consecutiva en su intento de superar el peor brote de inflación en cuatro décadas.