Mujeres de la Comunicación

Dorismilda Flores-Márquez

La academia, como otras áreas de la vida, suele presentar desigualdades de género

Dorismilda Flores-Márquez

La academia, como otras áreas de la vida, suele presentar desigualdades de género muy fuertes. Hay campos donde esto es más evidente, como en STEM —ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas— o derecho. Y hay otros, como el campo de la comunicación donde hay ciertas contradicciones: por un lado, ha habido mujeres muy destacadas, las conocemos y sabemos lo relevantes que han sido. En Latinoamérica, podemos mencionar sin titubear a gente como Clemencia Rodríguez, Rosa María Alfaro, Marita Mata, Michelle Mattelart, entre otras; en México, a Fátima Fernández Christlieb, Florence Toussaint, Alma Rosa Alva de la Selva, Rossana Reguillo, Sarah Corona y más. Incluso sabemos que en la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación hemos sido más presidentas que presidentes. Por otro lado, cuando armamos la bibliografía de nuestros cursos o pensamos en investigadores relevantes del campo, los nombres de las mujeres van desapareciendo. Leemos y citamos mucho más a hombres.

Un grupo de investigadores que se reunían en línea en pandemia analizaron los textos asignados a las materias de las carreras de comunicación y cultura y comprobaron lo que ya sospechaban: “la mayor parte de la bibliografía está compuesta por hombres”, sobre todo europeos y anglosajones. Llegaron a la conclusión de que si no se está citando el trabajo de las mujeres no es porque no exista o porque no sea importante, sino porque no necesariamente está compilado. No podían quedarse solamente en el análisis y buscaron hacer algo para contrarrestar los desequilibrios. Es así que Clemencia Rodríguez, Claudia Magallanes Blanco, Amparo Marroquín Parducci y Omar Rincón, iniciaron un proyecto bellísimo titulado Mujeres de la Comunicación y editaron un primer libro, bajo el mismo título. El libro publicado en 2020, por FES Comunicación, en acceso abierto.

La apuesta fue doble, por un lado, se reconocen las aportaciones de las mujeres y, por otro lado, se da un giro, porque no es un libro de teorías, sino una reconstrucción de los modos en que fueron llegando a esas teorías, metodologías y a la incidencia pública, casi siempre entrelazado con la vida cotidiana. Como dice en la introducción: el “libro quiere contar lo que han vivido, las trayectorias, los conceptos, los sentidos y las políticas de mujeres que han creado historias y teorías para estudiar, comprender y hacer la comunicación desde y en América Latina”.

Después vinieron las ediciones de los países: Mujeres de la Comunicación México —en el cual tuve el honor de ser incluida—, Mujeres de la Comunicación Argentina y Mujeres de la Comunicación Bolivia. Esta semana, en una presentación de la serie, que se hizo en el X Congreso Iberoamericano de Estudios de Género, celebrado en Jujuy, se anunció que están por salir los libros de Brasil y Ecuador. Una pequeña semilla, que inició como una observación en medio de la pandemia, ha dado muchos frutos y los seguirá dando.

El proyecto completo está disponible en línea: https://fescomunica.fes.de/mujeres-de-la-comunicacion

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresió

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