Perspectiva. A machetazos

Enrique Gómez Orozco

Lo que quiere hacer Donald Trump es romper un “nudo gordiano” a machetazos.

Enrique Gómez Orozco

El "Nudo Gordiano" proviene de la leyenda de Gordio, rey de Frigia, quien ató un nudo complicado. Se decía que quien lo deshiciera sería el futuro rey de Asia. Alejandro Magno cortó el nudo con su espada, simbolizando una solución audaz a un problema difícil.
Wikipedia


Lo que quiere hacer Donald Trump es romper un “nudo gordiano” a machetazos. Los cárteles de la droga que inundan a Estados Unidos de fentanilo y la migración descontrolada hacia su país, son los “nudos gordianos” que usa para presionar a México.
Trump usa el “gran garrote” (big stick) sin moderación y, en lugar de hablar suave como lo sugería Teddy Roosevelt, grita a los cuatro vientos que usará un 25% de tarifas si México no deshace los problemas, sus problemas. El enredoso asunto es que para bailar un tango se necesitan dos. Lo que promueve la importación ilegal de fentanilo y otras drogas a Estados Unidos es la demanda y la permisividad del tráfico interno. Si en EEUU a los traficantes los castigan con penas severas, como lo hacen en Asia, pocos se atreverían a llevar toneladas y distribuirlas con enormes ganancias. Lo mismo sucedería en México.
La migración es un tema distinto, resulta una necesidad mutua. México y otros países desfogan a millones de personas que no logran un empleo tan bien remunerado como el que pagan los norteamericanos, para servir a un pueblo que demanda ayuda en todo y para todo, desde matar y empacar su ganado; limpiar cocinas y habitaciones; cuidar y regar sus campos agrícolas, jardines y parques.
Tan sólo en los últimos 4 años, unos 800 mil cubanos han emigrado sin papeles a EEUU por el desastre de su economía. Todos ellos encuentran empleo cuando pasan la frontera porque los necesitan. Igual sucede con mexicanos, centroamericanos y hasta chinos. La campaña contra la migración y, peor aún, la deportación de indocumentados, significa romper toda una cadena económica muy valiosa para todos los participantes. Sería destruir valor interno y externo.
Si la locura de Trump impusiera tarifas del 25 %, cientos de negocios quebrarían. Tan sólo ayer las acciones de General Motors cayeron un 9 %. La mayor fabricante de autos de Norteamérica sufriría un descalabro enorme si sus plantas en México y Canadá pararan por la imposibilidad de competir con un sobreprecio. Las plantas y distribuidores internos de EEUU subirían de inmediato sus precios en contra del consumidor norteamericano. El impuesto crearía inflación, alza en los intereses y las hipotecas. Lo ganado con las tarifas sería perdido por el rompimiento de las cadenas de producción. El comercio no es una suma cero, sino un ganar-ganar. Las guerras comerciales son perder-perder.
Más cuando Norteamérica es territorio común para hacer negocios. Con casi 500 millones de habitantes, somos más poblados que la Unión Europea. El territorio de Canadá, Estados Unidos y México, es de 21 millones de kilómetros cuadrados. La Comunidad Europea tiene 440 millones de habitantes y apenas 4.2 millones de kilómetros cuadrados.
Si Trump quiere reventar a México y a Canadá con tarifas locas, lanzará un bumerán. Estados Unidos nunca ha querido reconocer la aportación de los emigrantes que llegan del sur, a pesar de todo el beneficio que ofrecen para su calidad de vida y fortaleza económica. Hay mucho de xenofobia y nada de razón.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.

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