Perspectiva: Tres mil millones se esfumaron II

Enrique Gómez Orozco

“La verdad os hará libres” Lema de la Universidad de Guanajuato

Enrique Gómez Orozco

A Diego Sinhue Rodríguez le importaba poco lo que sucediera en el estado al final de su mandato. Su preocupación era de un novel empresario que se encuentra súbitamente con grandes negocios. Lo demostró cuando se fue a Woodlands en Texas a una casa con valor de más de un millón de dólares.

¿Por qué la premura de firmar dos concesiones y la extensión de otra? ¿por qué dejar las cosas a medias como la adquisición de los terrenos del trazo o los presupuestos que nunca hemos visto sobre los que “fundamentaron” la entrega de una carretera que vale más de 3 mil millones de pesos?

La intención, a todas luces, era darle un jugoso negocio a particulares a cambio de no sabemos qué. Diego no actuó por Guanajuato, solo por su futuro de exilio dorado. Si hubiera pensado en lo conveniente para sus gobernados, el camino sería otro.

Primero. El flujo de la carretera Silao-Guanajuato (que hoy usufructúa una empresa privada) sería suficiente para garantizar un crédito de 3 mil millones con la firma del estado. Al ISSEG le hubiera sido un buen negocio financiero o a cualquier banco.

Segundo. Con ese dinero y un crédito de otros 2 mil millones se puede construir una carretera de 4 carriles entre Silao y San Miguel de Allende. De hecho, el gobierno no necesita crédito, su posición de activo circulante es de más de 36 mil millones de pesos.  Su deuda total apenas llega a los 15 mil. (De eso hablaremos después).

Tercero. Las dos carreteras darían para pagar los créditos como sucedió antes. Guanajuato tendría, en menos de una década, dos carreteras pagadas para financiar más carreteras, para invertir en la infraestructura que produce más riqueza.

El gobierno no necesita ayuda de particulares para invertir, y menos desprenderse de bienes que al tiempo valdrán mucho más que las deudas. El exgobernador Miguel Márquez Márquez lo comprendió con absoluta claridad y nunca estuvo de acuerdo en el despojo; Juan Carlos Romero Hicks comienza a entenderlo con las preguntas que hace.

En una sencilla clase de construcción de carreteras, el maestro dice: no puede haber presupuesto sin costos unitarios ni volúmenes, no puede haber costos ni volúmenes si no se conoce el trazo.  Es increíble que un proyecto y gastos de trámites, gastos financieros para una carretera de dos carriles y 52 kilómetros se presupuesten en más de mil millones.

También es absurdo que planteen una inversión de 40 millones de mantenimiento por cada kilómetro de la Silao-Guanajuato. Además, ¿cómo se atreven a presupuestar costos financieros cuando la empresa privada cobra todos los días, desde hace 9 meses, 750 mil pesos de peaje en la carretera del despojo? ¿Eso no cuenta en el flujo? Si los panistas no quieren ver, si justifican el enriquecimiento inexplicable de Diego, ¿cómo pueden criticar a Morena?

Si Juan Carlos Romero Hicks, exgobernador con autoridad moral y hoy representante de los guanajuatenses en el Congreso, busca la verdad como lo dice el lema de su querida universidad, encontrará una afectación real al erario. Sus compañeros de partido se esconden en la mentira y la obediencia.

Fe de erratas. En la columna de ayer faltó un signo de - (menos) a los 3 mil millones que perdió Guanajuato en un par de días, contra los 3 mil millones que ganó una empresa privada, también en 2 días.

(Continuará) 

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