Su voto en la elección judicial
No vaya usted a votar por aquellos que tienen una sonrisa forzada y una postura cerrada. Usted cuide su voto.
La sociedad mexicana conoce que el primero de junio habrá elecciones del Poder Judicial, unas elecciones inéditas, pero la democracia nos dice que la justicia no es representativa; la justicia se aplica. Y, si bien una reforma siempre es necesaria para actualizar ese fenómeno que hemos dejado de estudiar, que se llama la obsolescencia dinámica, yo le puedo hacer una recomendación: No vaya usted a votar por aquellos que no muestran su mirada frente a los reporteros y a las cámaras.
No vaya usted a votar por aquellos que tienen una sonrisa forzada y una postura cerrada. Usted cuide su voto, cuide la trascendencia de elegir juzgadores. No vote por aquellos que tienen intereses ideológicos. No vaya usted a votar por aquellas presiones ideológicas, condiciones estratégicas de transformación y de cambio. La justicia no está en ese escenario.
No vote por aquellos que culpan a otros. No vaya a darle su voto como una forma de evitar castigos legales posteriores. Vote por aquellos que muestran ética en su persona, en su historia y en sus expedientes que están limpios.
Vote usted por aquellos que son transparentes, cuya historia profesional debe estar acreditada a toda prueba. Vote e impulse a sus amigos y familiares para que lo hagan por aquellos que han demostrado tener responsabilidad. Esa virtud que hemos olvidado en la política mexicana.
Vote por personas íntegras, mujeres y hombres íntegros que han mostrado imparcialidad en su ejercicio profesional. Aquellos que entienden la justicia como lo que es: el respeto a lo tuyo y la garantía entre lo tuyo y lo mío.
Aquellos que demuestran cultura y educación. Seguramente ellos se lo darán a conocer en cualquier medio porque estarán en campaña a partir del 30 de marzo.
Ellos le dirán quiénes son, pero si algún partido político o algún interesado le ofrece ese dinero o especie para que vote por determinada persona o personaje, tómele el dinero, tómele el especie. Eso forma parte de los impuestos que usted paga.
Dígale que sí, pero vote con la autenticidad que le da el voto libre. El voto libre es una garantía que no han podido quitarle al voto.
Le quitaron la universalidad, pero sigue siendo libre y dependerá de usted, de sus vecinos, familiares y aquellos con quienes usted tenga contacto, que harán de ese voto libre el mejor ejercicio para tener el mejor poder judicial. No lo ponga en el olvido.
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