Negligencia en el cereso femenil: su bebé falleció en el hospital y le entregaron el cuerpo de otro bebé
Le negaron atención médica adecuada a Samantha durante su embarazo de alto riesgo dentro del Cereso
Falta de atención médica para las mujeres privadas de su libertad y violencia obstétrica para las reclusas embarazadas, entre los elementos que acusan desde el Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) para que Samantha, mujer de 26 años privada de su libertad, viviera un embarazo de alto riesgo dentro del Cereso femenil del estado y, posteriormente, un parto prematuro a punto de cumplir los 6 meses de gestación.
Sobre su caso habla el abogado Federico Loyola Méndez, quien narra que a pesar de haberle colocado el dispositivo anticonceptivo DIU a Samantha por petición propia, el personal de salud del Cereso se negó a realizarle una revisión oportuna ante sospechas de embarazo por parte de la reclusa, lidiando con un diagnóstico de gastritis y colitis durante su primer trimestre de gestación hasta que una enfermera le llevó una prueba de embarazo casera.
“Se realiza la prueba y resulta embarazada. Samantha solicita que se le otorgue la atención médica adecuada en el Cereso de mujeres, a lo cual por parte de indicaciones del Dr. Juan Carlos Ochoa, responsable de los servicios médicos en los Ceresos de la SSP, no le brindan atención. La tienen haciendo labores pesadas en el comedor, cargando cargos de platos que pesan más de 200 kg”, explica.
El abogado narra que, a partir de los tres meses de gestación, Samantha comenzó a tener complicaciones con su embarazo, presentando dolores fuertes y sangrado, por lo que fue trasladada al Hospital de la Mujer para revisiones. En el nosocomio, Loyola lamenta que el propio personal presionara a Samantha para efectuarse un aborto.
“La quieren obligar a abortar dentro del mismo Hospital de la Mujer. (Le decían) “no se va a lograr tu bebé”, “tómate estas pastillas para que abortes”, “quién te manda a embarazarte”. Esas fueron las palabras del personal”, asegura.
Tras la negativa de Samantha para abortar, la presidenta del OVSG, Mariana Ávila, señala directamente violencia psicológica y sexual por parte del Hospital de la Mujer contra Samantha.
“En un lapso de 5 horas, aproximadamente, todo el personal del área que la estuvo atendiendo le realizó tactos innecesarios como una forma de tortura sexual que viven las mujeres que llegan a estos espacios por no hacer lo que las autoridades les obligan o les sugieren hacer”, lamenta la Ávila Montejano.
El Observatorio explica que aunque Erick, pareja de Samantha, solicitó un amparo para que ella pudiera seguir su embarazo de alto riesgo en el hospital, la solicitud fue negada, e incluso, se le exigió desde el cereso continuar con actividades pesadas.
Fue la madrugada del 22 de mayo de 2023 que, con ayuda de su compañera de estancia, Samanta dio a luz a su hija, Victoria. De acuerdo con el abogado del caso, más de una hora después de pedir apoyo a las autoridades, llegó una unidad de salud sin equipo necesario para trasladar a un hospital a Samantha y a su hija, quien nació viva. No obstante, al llegar Erick al Hospital de la Mujer, le niegan ver a Samantha y a Victoria y le aseguran que su hija está muerta.
“Testigos presenciales, entre internas y custodias del mismo cereso, vieron que la bebé nació; Samantha se dio cuenta “mi bebé nació, lloró, iba con vida”. La bebé llega con vida al hospital y le comentan a su pareja que su bebé ya se murió. ‘Pues no te la vamos a entregar así, pero no te la vayas a llevar en una caja de zapatos, nada más’, le comentó la doctora del Hospital de la Mujer y le dice ‘yo no te la voy a recibir’. (...) El certificado de muerte fetal que expide periciales (señala) muerte fetal. ‘Llegó muerta’, de ahí no lo sacaban y que era un varón, cuando no era un varón”, acusa el abogado.
Dos semanas después, el 8 de junio de 2023, Mariana Ávila menciona que se hace la entrega del Informe Pericial de la Dirección General de Investigación Pericial, donde se reporta que la bebé de Samantha fue un producto de sexo masculino nacido no vivo, el cual presentaba hematomas en el hombro izquierdo y tórax, descripciones que asguera, no correspondía a las de la bebé de Samanta y Erick.
“Hay documentos médicos donde se habla de una niña que nació viva, que respiró, que lloró, que fue trasladada. Pero hay otros documentos que son entregados al final y que son integrados a la carpeta donde se habla de un varón. La necropsia se hace un varón que incluso tiene un peso diferente al que se establece en los primeros documentos del nacimiento de Victoria, la hija de Samantha. Además, el cuerpo que se entrega a la familia es de varoncito que tenía una seria de laceraciones en su cuerpo”, sostiene.
Por todo esto, el Observatorio de Violencia Social y de Género pide una respuesta por parte de las autoridades del estado, incluyendo personal del Cereso Femenil, del Hospital de la Mujer, la Secretaría de Seguridad Pública y el Instituto de Salud, esto con el objetivo de aclarar el paradero de Victoria y actuar contra la negligencia que, sostienen, Samantha vivió durante su embarazo dentro del cereso.
Cabe mencionar que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al estado a inicios de este año al detectar en cárceles de Aguascalientes deficiencias en la atención médica y condiciones de reclusión de personas privadas de la libertad.
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