Alfredo Gutiérrez Mena es el primer ministro en renunciar a la SCJN
De las siete dimisiones que se esperan, Gutiérrez Mena fue el primero en presentar su carta de renuncia
El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena fue el primer integrante del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en presentar su renuncia formal para, en 2025, dejar su cargo definitivamente y no ser parte del proceso de elección judicial.
Preparado en Harvard, Ortiz Mena envió su dimisión a la Cámara de Senadores, hecho que se espera que repliquen otros seis ministros, pues trascendió que siete de estos máximos juzgadores dejarían su cargo antes del 30 de octubre.
Además de él, se espera que Alberto Pérez, Margarita Ríos, Javier Laynez, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Jorge Mario Pardo y Norma Piña, la presidenta de la Corte, también renuncien.
A través de una carta dirigida a la Mesa Directiva del Senado de la República, presidida por Gerardo Fernández Noroña, el ministro señaló que no se considera un “candidato idóneo para ocupar un cargo que dependa del apoyo popular”.
🔴 ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA: PRIMERO EN RENUNCIAR COMO MINISTRO DE LA SCJN
— BI NOTICIAS (@BI_Noticias) October 29, 2024
En su carta de renuncia, el ministro dijo que "no se considera un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular."
Dejará la Corte a partir del 31 de agosto del 2025 pic.twitter.com/kc7d4GPBpc
“Si bien mi trayectoria y capacidades me califican para la judicatura, es en esa labor –para la que me siento más apto- donde la función no consiste en validar la voluntad de las mayorías, sino en resguardar los derechos de quienes más lo necesitan. Por ello, he decidido presentar mi renuncia”, argumentó en su carta.
El juzgador aclaró que su renuncia tendrá efectos a partir del 31 de agosto de 2025 y que ello no implica una aceptación “tácita” de la constitucionalidad de la reforma judicial.
"Renuncio, no como quien abandona una tarea inconclusa, sino como quien entiende que los cargos públicos son préstamos temporales, conferidos para ser desempeñados con decoro mientras dure el encargo. El único lujo que me permito al dejar este puesto es hacerlo con la serenidad de haber sido fiel a los principios constitucionales que guían esta labor. Al final, el verdadero triunfo no es aferrarse al cargo, sino saber cuándo dejarlo congracia, consciente de que nadie es indispensable, solo libre", concluyó.
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