El desplome del Águila 1

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Se dijo también que no se descartaba ninguna pista, lo que parece significar que no se tiene alguna

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

El helicóptero Águila 1 que se desplomó la semana pasada, lo hizo probablemente porque se estrelló con una parvada de pájaros silvestres, según la hipótesis más aceptable planteada por la fiscalía. No tan probable piensa uno, porque tenía volando quince años en nuestro estado sin haberse topado  con esos pájaros tumba helicópteros. Se dijo también que no se descartaba ninguna pista, lo que parece significar que no se tiene alguna.

Los helicópteros como El Águila 1 son un modelo muy confiable, muy popular y muy versátil, Airbus N195, de nuevos tienen una velocidad máxima de 260 km/hora y una autonomía que puede llegar a 600 km. Puede adoptar diversas configuraciones y transportar un máximo de 7 personas. Tiene un sólo motor que mueve tanto las aspas como la hélice de cola que le da estabilidad. Si el motor falla dejan de trabajar rotor y hélice y se precipita al suelo como en espiral. Este modelo tiene una medida de seguridad que consiste en poder poner las aspas como si fuera en neutral y propiciar una especie de planeo en un ángulo de 3 a 1 y que le da la posibilidad de recorrer hasta 9 kilómetros y tratar de encontrar un plano donde intentar aterrizar.

La hipótesis del desplome accidental tras una falla mecánica parece difícil de sostener, hubiera caído de otra forma. Personas especialistas en comunicación me dicen además, que la forma en que se dio la noticia creó más desconfianza. La presencia de las máximas autoridades, la de los militares, las declaraciones de la Secretaría de Seguridad Pública y finalmente la atracción ejercida por la Fiscalía General de la República deja el regusto de que la atención que le prestaron fue mayor que la que merecería un accidente por grave que fuera.

La presencia de criminales, pájaros o humanos, parece tener fuertes fundamentos. De unas semanas a esta parte se han sucedido graves hechos delictivos en la entidad. En Asientos, en Jesús María, en Palo Alto y en la propia capital. Homicidios, secuestros, amenazas, vídeos de tortura que las propias bandas suben al internet. Con respecto a la caída del helicóptero han circulado vídeos que muestran que la caída al parecer no sigue los patrones de una falla y que por el contrario confirmarían las sospechas de un atentado.

La cuestión clave es si los ciudadanos tenemos derecho a conocer toda la información para cuidarnos, protegernos, estar alertas o por el contrario es preferible ignorarlo y seguir actuando como que no pasa nada. He aquí el dilema.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

Cargando Minuto a Minuto...
Cargando Otras noticias...