Los impuestos no son populares

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Los más pobres terminan pagando proporcionalmente más que los que tienen mayor capacidad económica

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Los impuestos no son populares, esto es un hecho, pero también lo es que todos estamos obligados a contribuir al gasto público.

En México, los organismos públicos tienen señalados cuáles son sus funciones y cuáles deben ser los principios que rigen las contribuciones. Nuestro país tiene un sistema impositivo complejo y abusivo, en el que los más pobres terminan pagando proporcionalmente más que los que tienen mayor capacidad económica.

Esto no es difícil de comprobar. Los impuestos directos gravan los ingresos de una persona, existe una tabla que señala que los de menos ingresos no pagan nada, y los de más ingresos llegan a pagar poco más del 30 por ciento, lo que parece razonable; sin embargo, el impuesto del IVA, es un impuesto indirecto y grava lo que se gasta, la paz es igual si se gasta poco o se gasta mucho, el 16 por ciento. Solo que, los que menos tienen, para sobrevivir gastan todo lo que perciben, y aún así viven con carencias, en tanto, los que perciben más, porcentualmente gastan menos de lo que perciben, el impuesto indirecto es el más inequitativo. 

El impuesto de adquisición de bienes inmuebles es un impuesto por gastar, aunado al impuesto predial, que es un impuesto por tener, son dos impuestos totalmente inequitativos, que adicionalmente, no gravan una ganancia, sino que gravan un dinero que ya pagó impuestos.

El Ayuntamiento recauda y administra estos dos impuestos inequitativos, y en muchos sentidos, injustos. El peso que recibí, que ya pagó impuestos sobre la renta, al gastarlo vuelve a pagar impuestos, de manera que mi peso resulta gravado dos veces, disminuyendo su valor adquisitivo. Ahora, el Ayuntamiento de Aguascalientes pretende gravar el impuesto por adquisición de bienes, las herencias y las donaciones entre esposos y familiares en línea recta.

Contrario a los principios de los impuestos, una persona que durante años de trabajo pudo juntar algunos bienes para dar seguridad a su familia o a personas con las que tiene compromiso afecto, verá que su herencia se reducirá por decisión del presidente municipal. 

Peor aún, en el caso de las donaciones entre consortes, porque de acuerdo con los criterios de la Corte, lo que se adquiere durante el matrimonio, se entiende adquirido con el esfuerzo y trabajo de ambos cónyuges, de manera que un acto de justicia, como una donación entre esposos, ahora pagará impuestos por decisión del presidente municipal. Peor aún, el gravar los regalos que los padres o abuelos quieren hacer a sus hijos y nietos.

Dos cosas son claras para los habitantes de Aguascalientes, el dispendio que hacen las autoridades en actos superfluos y la mala calidad de los servicios por una inadecuada administración. No está el horno para bollos, señor presidente municipal, recuerde usted que llegó por la voluntad popular, para sacarla y para servirla, y no salir con que solo cambia la tasa del impuesto, el hecho es que se pretende que pague más.

Es todo por hoy. Hasta una próxima, sí la hay.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

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