Marcha en defensa de la democracia
Es importante que todas y todos vayamos a la gran marcha el 18 de febrero
Este próximo 18 de febrero la sociedad civil se ha organizado para hacerse presente como una construcción de ciudadanía en el Siglo XXI, su interés es emprender un reconocimiento de las personas que integran una sociedad, una vida compartida deseable.
Cuando menos hay tres factores por los cuales debemos participar en dicha marcha.
Lo primero es la defensa de la democracia. La democracia es muy atractiva para destruirla, la democracia es muy atractiva porque el poder enajena, y la ciudadanía lo que quiere es que el poder sea transitado de manera civilizada. La democracia se puede justificar solamente como un diálogo ciudadano, con la interpretación que nos puede dar la sociedad de la información y de la comunicación, en esta época en la cual las pantallas tienen una transmisión indiscriminada de imágenes. Esta construcción ciudadana es una participación en la que la sociedad se toma de la mano para crear un mundo mejor que el que tenemos ahora.
En segundo lugar porque a la democracia hay que entenderla como un conjunto de instituciones. Superar el viejo atavismo de gobierno por el pueblo, para el pueblo y del pueblo.
El pueblo es una palabra conceptual que es muy bonita, emotiva, pero dice muy poco, la democracia se materializa en instituciones porque son un entramado de normas que nos permiten garantizar un alto equilibrio de convivencia, una democracia entendida como instituciones es cuidar el único patrimonio del pueblo que tenemos las y los mexicanos.
En tercer lugar porque las instituciones de la democracia es preciso reconocerlas, atenderlas, justificarlas, defenderlas. Quien administra el procedimiento electoral, el Instituto Nacional Electoral ya nos dice que habrá más de 170 mil casillas, en más de 68 mil secciones electorales en las que está integrado el país, se notificará a más de 15 millones de mexicanas y mexicanos, y de ellos, un millón y medio serán autoridad autoridad electoral que permita que el voto se cuente y se cuente bien en las mesas directivas de casilla, que no atenderán a más de 750 electores, es decir, la casilla estará muy cerca de tu domicilio y muy cerca de tus vecinos.
Eso es algo mucho muy importante, porque el Instituto Nacional Electoral es una garantía, porque las elecciones las hacen los ciudadanos, el INE solamente administra el procedimiento.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es una institución que tiene la obligación profesional, jurídica, ética, constitucional, de administrar justicia electoral y repartirla a quien le asista la razón. Dicen los políticos que es lamentable que los procesos electorales se judicialicen, nada más falso, en la democracia se debe transitar con jueces, y los jueces administran y otorgan la satisfacción más alta de la justicia electoral, porque escuchan a todas las partes para poder llegar a un resolutivo.
Los tribunales son una parte fundamental de la democracia.
Las instituciones que persiguen el delito electoral, tanto federales como locales, también son instituciones importantes para la democracia, porque guían la conducta de las y los ciudadanos hacia un mejor comportamiento frente a la responsabilidad cívica que tenemos de participar en las grandes decisiones de la política.
La cita con las urnas es el inicio de la gran marcha ciudadana posterior, para que las instituciones se vigoricen y vayan construyendo día a día el nuevo discurso de una mejor convivencia y resolver los problemas que se van presentando en las circunstancias, para luego atender los que vendrán el día de mañana.
Es importante que todas y todos, vestidos de blanco, vayamos a la gran marcha el 18 de febrero, habrá en todas las ciudades de México, habrá el gran corazón de las y los mexicanos con el orgullo de construir ciudadanía para fortalecer la democracia.
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