Perspectiva. Paseo por Temu (Fuera de la competencia)
Entrar a la app de Temu es toda una distracción, un paseo por la cultura china de producción y productividad. Apenas se fundó en 2022 y cuenta con 100 mil proveedores dispuestos a entregar mercancía a precio de dumping para ganar mercado internacional.
Entrar a la app de Temu es toda una distracción, un paseo por la cultura china de producción y productividad. Lo primero, porque la inmensa variedad de artículos muestran que el país asiático puede manufacturar y vender de todo, lo segundo, porque fabrican, venden y distribuyen a precios que se pueden calificar de ridículos.
Un reloj digital de 200 pesos, un juego de herramienta por 250 o un piano infantil electrónico para niños en 250. Calzado y ropa incluída, los precios por lo menos son de la mitad de lo que encontramos en el mercado local (incluídos productos chinos).
Temu apenas se fundó en 2022 y cuenta con 100 mil proveedores dispuestos a entregar mercancía a precio de dumping para ganar mercado internacional. Su éxito, en principio, está basado en una regla comercial llamada minimis donde un ciudadano puede importar sin aranceles un producto inferior a 50 dólares en México. La regla varía para otras naciones. En Estados Unidos hasta 800 dlls, en Canadá 20 dlls canadienses y en Europa 150 Euros. Bajo esta norma está edificado Temu y Shien, la otra gigante de distribución china.
Según información de Bloomberg, Colin Huang, el dueño de la empresa PDD Holdings, se convirtió en el chino más rico con una fortuna de 48 millardos de dólares (46 mil millones). Su plataforma original se llamó Pindoduo y opera desde 2015, pero su expansión mundial lleva el nombre de Temu.
Según críticos el modelo de dumping está diseñado para conquistar mercados internacionales con la potencia fabril de China y el apoyo que le brinda su gobierno. Coling Huang, desafiante, dice que su modelo es negocio y lo demuestran los números. Esa discusión permanece pero lo que sabemos de cierto es que un tsunami de productos a precios a rajatabla inundan México y otros países desplazando a productores nacionales. Los más dañados son quienes aún producen aquí. Fabricantes de ropa y de calzado tienen a un dragón enfrente que echa lumbre y quema sus naves.
Para Estados Unidos fue una sorpresa ver cómo llegaban 140 mil millones de dólares en un año de importaciones por medio del cero arancel a los minimis de 800 dlls. Eso equivale a un tercio de lo que exporta México a EE. UU. El viernes 13 de septiembre pasado, Joe Biden puso la alerta y cambió las normas. En Europa también encendieron focos rojos y pondrán mayores restricciones. Los minimis tendrán que pagar impuestos como lo hacen otros importadores que pagan impuesto al consumo (IVA) y aranceles dependiendo del producto.
Literalmente en México sigue la “China libre” de importaciones minimis. Pronto tendrán que cambiar la norma. No es difícil. Temu y Shien deberán pagar impuestos. Aún así, con todo y los nuevos cargos los productos de 100 mil fabricantes orientales no tienen competencia en Latinoamérica ni siquiera en Estados Unidos. Con el 16% de IVA, un arancel del 35% y cuotas compensatorias, Temu y Shien pueden duplicar sus precios en muchos productos y seguirán competitivos. ¿Quién en México o en Estados Unidos puede producir un reloj digital por 200 o 400 pesos o tenis por 300?
El siguiente paso en enero será la presión de EE. UU para que los autos chinos paguen el mismo arancel en Norteamérica, es decir el 100 %. Pero eso es un tema para otra perspectiva.
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